Resuenan destellos de auroras,
están por venir pero también marchan
escuetas, cansadas,
por la vereda del desamparo.
No me rindo ante la parsimonia,
los ritmos caudalosos me acompañan,
procuraré salvarlos mientras danzan.
Resuenan destellos de auroras,
están por venir pero también marchan
escuetas, cansadas,
por la vereda del desamparo.
No me rindo ante la parsimonia,
los ritmos caudalosos me acompañan,
procuraré salvarlos mientras danzan.
Qué prometedor… No dejes de escribir. Un abrazo