Ese fogonazo en lo alto fue el preludio
de la catástrofe
y alguien
alguien de intuición sensitiva
al otro lado del universo
se percató
como estrella irradiando la luz residual
de su existencia
con esa grácil perfección
Entonces se configura un precepto:
lo que se extingue puede
seguir brillando
y siempre será lejos
remota y perceptiblemente
distante