Ponerse de puntillas
alargar los brazos
y tocar la calma
con la punta de un
solo dedo
descansar sobre los
talones agrietados
soplar de la camisa el polvo
encender palabras
como viento, esperanza, ilusión
observarlas con todo
su fuego tranquilo
discurrir bajo
la tarde velada
en la calle las aves
emigran de cielo
las manos silentes
visten otro cuerpo